RUBÉN SANTOS RUIZ, delegado de zona de MEISA
“En seguridad siempre tenemos que optar al 10 y el factor humano es el más importante”
¿Qué trabajos hacéis aquí en la parada?
Tenemos contratados los trabajos de mantenimiento mecánico en el bloque cuatro, es decir, aislamientos de apertura de equipos, tanto torres, depósitos o intercambiados, y tenemos una serie de trabajos de tuberías, cambios de válvulas, etcétera. Para todo ello, tenemos trabajando aquí, en parada, a unas 220 personas aproximadamente.
A nivel de seguridad, ¿cómo os coordináis?
Tenemos una responsable de seguridad que está siempre en la parada y un equipo de técnicos en obra. Hemos llegado a tener hasta ocho técnicos de prevención de riesgos laborales. Además de adecuarnos a la normativa del veinticinco-uno, lo que tratamos es reducir más esos grupos. Aparte, tenemos formado casi al 90 % de la plantilla como recursos preventivos.
¿Qué acciones concretas hacéis en lo que respecta a la seguridad?
A las 7 h de la mañana, hablamos con nuestros compañeros (tanto los técnicos de prevención como los mandos) de lo que van a hacer y a las 7.15 h, acuden a los briefings organizados por Repsol. Después vamos por planta y damos unas charlas personalizadas, a grupos pequeños de dos o tres personas. El objetivo es hacerles ver todos aquellos riesgos que, cuando estados inmersos en el día a día, no somos capaces de apreciar como, por ejemplo, la necesidad del orden y limpieza en la zona de trabajo.
Estaríamos hablando, pues, de tres rondas de charlas sobre seguridad. ¿Por qué le dedicáis tantos esfuerzos?
En seguridad siempre tenemos que optar al 10 y el factor humano es el más importante. Tenemos que hacer cambiar la perspectiva de nuestros compañeros, no basta con darles formación, por eso, dentro de la compañía, nosotros tenemos algunas medidas de acción para hacerles ver distintas experiencias. Por ejemplo, si un compañero ha tenido un accidente grave, visita todas nuestras delegaciones para contar en primera persona lo que le ha ocurrido y así concienciar sobre la necesidad de seguir las normas de seguridad. También hemos implantado en esta parada, un sistema de premios entre los trabajadores.
¿Cómo recibe la gente las consideraciones que les hacéis?
Nosotros estamos siempre en planta y lo ven como algo normal. Lo que hacemos es explicar por qué es necesario actuar de una u otra manera y tratamos de explicar nuestras propias vivencias. De ese modo, a través de nuestras vivencias, ellos podrán sacar conclusiones y aprender. Nunca hablamos con carácter agresivo o policial, sino que intentamos hacerles ver que un pequeño descuido, como subirse las gafas un momento porque están empañadas, puede tener graves consecuencias.
Efectivamente, ¡nunca bajar la guardia! Gracias, Rubén por tu trabajo.