Nuestra historia

Referente energético y un motor económico y de empleo en toda la zona

Desde la concepción del complejo a principios de los años 70, las instalaciones petroquímicas de Tarragona no han dejado de crecer. 

Panorámica del Complejo al anochecer

La planta de Tarragona ha pasado por numerosos cambios para ser el complejo que es a día de hoy. 

Construcción del Complejo

Años 70 y 80

En el 14 de marzo de 1971 el Consejo de Ministros aprueba la construcción de una planta de refino de petróleos en Tarragona. Su construcción empieza en 1973, y se da inicio a su actividad química en 1976. Las plantas de etileno comenzaron a levantarse al mismo tiempo que el resto de las instalaciones, pero no fueron finalizadas hasta el 1978.

En 1982 se vende a la Dow Chemical Company (DOW) una de las plantas de etileno. Desde el 1983 hasta el 1992 se inicia un periodo de renovación y ampliación de las instalaciones, aumentando la capacidad de producción y de almacenamiento. En esta década diversas empresas químicas del entorno de la refinería de Tarragona se integraron en Repsol.

Instalaciones del Complejo Industrial de Tarragona

Años 90 y 2000

En este periodo se siguieron mejorando todas las unidades de producción, e instalando nuevas. En este aspecto destacan la unidad de destilación de condensados residuales y la planta de cogeneración 1, ambas puestas en funcionamiento en 1997, y la segunda planta de cogeneración del año 2000. 

También hubo un cambio en la producción de las gasolinas, para poder adecuarse a las especificaciones legales respecto a su contenido en azufre publicadas en 1999.

En el 2002 se arrancan por primera vez la unidad de hidrocraqueo y la planta de hidrógeno, y hasta el 2007 se realizan nuevamente ampliaciones y reformas en las instalaciones ya existentes para aumentar su rendimiento. En 2008 se pone en marcha una nueva unidad, la de tratamiento de sosa gastada.

También se inician diversos proyectos de mejora de producción, como los realizados en el tratamiento del queroseno y el biodiésel.

Dos empleados en una refinería

Parada de mantenimiento

En el año 2013 se realizó parada programada en el complejo que afectó a las plantas químicas de OPSM, Derivados, Butadieno, Poliolefinas y Olefinas (cracker). Se inició el 1 de octubre de ese mismo año y se prolongó durante 60 días en los que no ocurrió ningún accidente. Se destinaron alrededor de 95 millones de euros a toda esta mejora y se mejoró la eficiencia de múltiples unidades de producción. Durante la parada se realizaron inversiones para mejorar la competitividad y se hicieron inspecciones y trabajos de mantenimiento en diversas unidades con una estimación total de 1.000.000 de horas-hombre. Repsol contrató la ejecución de varios trabajos a más de 100 empresas de diferentes sectores.

Prácticamente el 90% de las empresas y personas externas que intervinieron en la parada fueron del ámbito territorial de Tarragona. Entre el personal de Repsol y el de las empresas colaboradoras, una media diaria de 1.500 personas pasaron por las instalaciones del complejo, además de las 1.600 habituales.

Exterior de refinería

Últimas inversiones

En 2016, se puso en marcha la nueva unidad de polietileno metaloceno, la primera en producir este material fuera de Estados Unidos con la innovadora tecnología Chevron Phillips Chemical. El metaloceno es idóneo para su uso como film para embalaje.

En 2021 arranca la primera planta de la Península Ibérica para la fabricación de polímeros de alta resistencia al impacto en el Complejo Industrial de Tarragona. Estos materiales tienen un gran valor añadido en el mercado de la automoción por su extraordinaria resistencia al impacto, que redunda en la seguridad, y además contribuyen a disminuir el peso total de los vehículos, lo que reduce sus emisiones y amplía su autonomía.